una juventud exitosa

Existen quienes piensan que ninguna otra edad, como la juventud, ha sido más exaltada, cantada y poetizada, pero igualmente censurada, como lo es esta etapa bella y fugaz, que hace frente a los retos, a los mitos, a lo desconocido , acumulando dudas y persiguiendo verdades y conocimientos, acumula valores para desarrollar una filosofía del mundo y de la vida –una weltanschaung como se dice en alemán− un conjunto de creencias, patrones morales tradicionales (que luego con pensamiento creador convertimos en éticos) y sobre todo forjamos nuestra propia identidad, para vivir cerca de la naturaleza, o sea, tener idea de quien es, a donde van sus pasos y cuales las posibilidades para llegar a un destino promisor, que abra caminos de libertad, de justicia y amor, para los que vienes detrás. La brevedad de este período de la existencia, como es breve toda la vida humana así alcance una avanzada edad –siempre recurro a la metáfora de ser la vida, como la sombra del vuelo de una gaviota sobre la arena de la playa− lo que precisamente nos induce a no desperdiciar el tiempo. El tiempo es lo más precioso e irrecuperable en la existencia.